Un poemita extraviado
Siempre vienes presurosa
Desde el nacimiento del día
Con los ojos tan abiertos
Como los rayos del sol.,
Y yo Adán delirante
te espero en lis andenes
humedeciendo relojes
para que se detenga el día
Pero las horas pasan veloces
como palomas destituidas
refugiándose en el crepúsculo
habitual de tus silencios.
Si tengo suerte
me trepo a tu belleza
y como ebrio tartamudo
que deletrea un verso
te robo una sonrisa.
jose curia
1 comentario:
Conocía el poema,es decir, tuve el placer de leerlo anteriormente. Muy buena la pintura que acompaña.
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